viernes, 24 de julio de 2009

el prometedor futuro de una bachiller

es cruento escuchar a mi madre decir: "espero que ya tengas decidida tu carrera a tu regreso y que tengas la beca, y así alivianar el peso económico sobre tu padre..." después un suspiro y con su voz firme me asegura:"si sacas la suficiencia en el idioma podrías trabajar de profesora o traductora, incluso si estudias antropología, pero debes conseguir una beca y ponerte a estudiar cuanto antes, si te quedas allá mejor..." siento cada una de sus palabras desvanecer en la bruma de mis sueños a los que mi madre ve con fuerza en mi, mas ignora y desacredita, y a la vez desea con todo su ser:" y debes ser la mejor, como debes ser en todo lo que hagas, la mejor..." mientras en mi estomago el pan y la leche de mi cena se revuelven delatando con un gruñido lo que mis labios callan; y trago saliva, y con un movimiento afirmativo de mi cabeza confirmo que he comprendido el futuro que la sociedad depara para mi, que mi familia necesita para si, que la gente espera de mi.
Me levanto de la mesa, la limpio, y me encamino a mi habitación, mi corazón se destroza porque comprendo que así se crece que así se alcanza la "madurez" que la sociedad espera de ti, la alcanzas sin sueños, sin ilusiones y casi sin vida, en una rutina que se bate entre el "qué dirán" y la plata, alvidando respirar, olvidando vivir, olvidando...
Pero en mi el estomago se revuelve nuevamente, esta vez no hay gruñido, porque ahora lo digo: no voy a dejar que esta máquina de vidas rutinarias de existencias fatuas devore mis sueños y mi vida, voy a comenzara recordar, no quiero olvidar y perderme también en el tumulto de empresarios que nos toman como cifran y no si quiera como personas.
Cabral decía: "...el mundo es como debiera, mas no como quisiera...", pero siempre queda la opción de intentar que sea como quiero, por lo menos yo seré como deseo...

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